En el vasto y complejo mundo de la ciberseguridad, el Modelo OSI ha sido identificado como un posible vector de ataque. Este modelo, que describe la estructura de las comunicaciones en redes de computadoras, puede ser explotado por ciberdelincuentes para comprometer la seguridad de sistemas y redes. En este artículo, exploraremos cómo el Modelo OSI se convierte en un laberinto de vulnerabilidades y las implicaciones que esto tiene para los pentesters, informáticos forenses y especialistas de ciberseguridad.
¿De dónde surgió el Modelo OSI?
El modelo OSI (Open Systems Interconnection) es un modelo de referencia para la comunicación de datos en redes de computadoras, creado por la Organización Internacional de Normalización (ISO). Este modelo se divide en 7 capas, cada una de las cuales tiene una función específica para la transmisión de datos.
Capas del Modelo OSI
Las capas del modelo OSI son:
1. Capa física: el punto de entrada:
La capa física del Modelo OSI, que se encarga de la transmisión de señales físicas a través de medios de comunicación, puede ser el punto de entrada para los ataques. Los ciberdelincuentes pueden aprovechar vulnerabilidades en dispositivos de red, cables o conexiones físicas para obtener acceso no autorizado a la red.
Ejemplo: Un atacante podría utilizar un dispositivo de hardware modificado para interceptar y manipular la señal en un cable de red, lo que le permitiría obtener información confidencial o incluso controlar los sistemas conectados.
2. Capa de enlace de datos: el espía enmascarado:
En la capa de enlace de datos, los datos se dividen en tramas y se transmiten de un nodo a otro. Los ciberdelincuentes pueden aprovechar esta capa para realizar ataques de suplantación de identidad (spoofing) o para interceptar y modificar las tramas de datos.
Ejemplo: Un atacante podría utilizar técnicas de spoofing de dirección MAC para hacerse pasar por un dispositivo de confianza en la red y obtener acceso no autorizado a los recursos de la red.
3. Capa de red: el camino hacia el caos:
La capa de red es responsable de enrutar los paquetes de datos a través de la red. Aquí, los ciberdelincuentes pueden lanzar ataques de denegación de servicio (DoS) o de inundación de paquetes para saturar la red y afectar su funcionamiento normal.
Ejemplo: Un atacante podría enviar una gran cantidad de paquetes falsificados a un servidor, abrumándolo y causando una interrupción en el servicio para los usuarios legítimos.
4. Capa de transporte: el sabotaje en la entrega:
En la capa de transporte, los datos se dividen en segmentos y se establecen conexiones confiables entre sistemas. Los ciberdelincuentes pueden utilizar esta capa para interceptar y manipular los datos durante la transmisión.
Ejemplo: Un atacante podría utilizar técnicas de secuestro de sesión para interceptar y modificar los datos transmitidos entre un cliente y un servidor, lo que podría comprometer la integridad y confidencialidad de la información transmitida.
5. Capa de sesión: el impostor silencioso:
La capa de sesión se encarga de establecer, mantener y finalizar las conexiones entre aplicaciones en sistemas diferentes. Aquí, los ciberdelincuentes pueden aprovechar vulnerabilidades en los protocolos de sesión para obtener acceso no autorizado a sistemas o para espiar las comunicaciones.
Ejemplo: Un atacante podría utilizar un ataque de secuestro de sesión para tomar el control de una sesión activa y obtener acceso a información sensible o realizar acciones maliciosas en nombre del usuario legítimo.
6. Capa de presentación: la máscara de engaño:
En la capa de presentación, los datos se convierten y se preparan para su visualización. Los ciberdelincuentes pueden utilizar esta capa para realizar ataques de inyección de código o para engañar a los usuarios mostrando información falsa.
Ejemplo: Un atacante podría aprovechar una vulnerabilidad en un visor de archivos para inyectar código malicioso en un documento y comprometer el sistema del usuario que lo abre.
7. Capa de aplicación: el nido de intrusos:
En la capa de aplicación, se encuentran las aplicaciones y servicios utilizados por los usuarios finales. Aquí, los ciberdelincuentes pueden aprovechar vulnerabilidades en aplicaciones específicas para obtener acceso no autorizado a sistemas o para robar información sensible.
Ejemplo: Un atacante podría aprovechar una vulnerabilidad en un servidor de correo electrónico para acceder a los correos electrónicos de los usuarios y obtener información confidencial, como contraseñas o datos personales.
Cada capa del modelo OSI tiene su propio conjunto de protocolos. Por ejemplo, en la capa de transporte, los protocolos más comunes son TCP y UDP.
Gráfica del modelo OSI:
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| Aplicación | | Aplicación |
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| Presentación | | Presentación |
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| Sesión | | Sesión |
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| Transporte | | Transporte |
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| Red | | Red |
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| Enlace de datos | | Enlace de datos |
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| Física | | Física |
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Host A Host B
La gráfica muestra las 7 capas del modelo OSI, desde la capa de aplicación hasta la capa física. En medio se encuentra una línea que representa la comunicación entre dos hosts (Host A y Host B). Cada capa del modelo OSI tiene su propia función específica y se comunica con las capas adyacentes para asegurar que los datos se transmitan de manera eficiente y segura a través de la red. En cada una de las capas, se pueden presentar vulnerabilidades que son debilidades o fallos en la seguridad de una red o sistema que pueden ser explotados por atacantes para acceder a información confidencial o causar daño. Las vulnerabilidades pueden ser causadas por errores en el diseño o implementación de una red, un sistema operativo o una aplicación. Por eso, es importante tener en cuenta las vulnerabilidades en cada capa del modelo OSI para asegurar que la red sea segura y esté protegida contra posibles ataques.
La capa “8” del Modelo OSI
En Lazarus, somos de la creencia que existe también la «Capa 8» en el modelo OSI, que se refiere al factor humano en la comunicación de datos en redes. Aunque esta capa no es oficial dentro del modelo OSI, la utilizamos como una forma de referirnos a la importancia de los usuarios en la seguridad y eficacia de las redes.
La Capa “8” se centra en el comportamiento humano y la interacción en la red. Incluye factores como la educación del usuario, la conciencia de la seguridad, el cumplimiento de las políticas de seguridad, la gestión de contraseñas y otros aspectos relacionados con el uso seguro y eficiente de la red.
La idea detrás de la Capa “8 “es que, aunque la tecnología es importante para la seguridad y la eficiencia de la red, pero los usuarios también tienen un papel importante en el mantenimiento de la seguridad y la prevención de vulnerabilidades. Al educar a los usuarios y fomentar una cultura de seguridad en la red, se puede reducir el riesgo de ataques y mejorar la eficacia de la red en general.
El Modelo OSI, aunque es una estructura fundamental en las comunicaciones de red, también puede convertirse en un laberinto de vulnerabilidades para los expertos en ciberseguridad. Cada capa del modelo presenta su propio conjunto de riesgos y desafíos, y los ciberdelincuentes aprovechan estas vulnerabilidades para comprometer la seguridad de sistemas y redes. Los pentesters, informáticos forenses y especialistas en ciberseguridad deben estar alerta y actualizados sobre las posibles amenazas en cada capa del Modelo OSI, implementando medidas de seguridad adecuadas para proteger los sistemas y redes. Solo a través de una comprensión profunda y una constante actualización en las técnicas de defensa, podremos enfrentar los desafíos que presenta este laberinto de vulnerabilidades en la ciberseguridad.
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